juventud


Jornadas que generan cambio personal y social.

En el mes de Octubre, l’ Associació Professionals de Joventud en la Comunitat Valenciana organizó las Jornadas “Jóvenes, profesionales, políticos: diálogo sobre las políticas de juventud” en las que parte del equipo de Menys Graus pudo participar y aportar como asociación juvenil.

Personalmente, no sabía qué me iba a encontrar y he de reconocer que ciertos prejuicios me hacían plantearme “¿Qué hace una chica como yo en un sitio como este?”. La política me encanta pero los políticos, eso ya es otra cosa. ¿Qué dirían? ¿Sólo hablarían de su discurso? ¿Podría tweetear una frase absurda a lo “relaxing cup”? Por lo que se refiere a los profesionales, a priori creía que me sentiría incómoda a nivel de conocimientos o sin mucho que aportar más allá de lo que hago en mi asociación.

Me parecía importante explicar las impresiones antes de participar en las jornadas para que se entienda bien el cambio de percepción después de asistir a ellas.

El primer día de encuentro fue un espacio para conocernos, saber quiénes somos y de dónde venimos, contextualizar las jornadas y lo más importante poner sobre la mesa nuestras ideas, debatir y aportar todo aquello que quisiéramos en materia de juventud.

En esta primera aproximación mi postura fue la de escucha y aprendizaje pues los profesionales lideraban y manejaban el debate.

Llegó el turno de políticos, me agarré a la silla y escuché atentamente. No había muchos, pero a veces es mejor ser pocos y bien avenidos. No me gusta generalizar, sé que hay políticos decentes y profesionales, pero como no suelo ver muchos, a veces creo sinceramente que es un mito. En estas jornadas pude ver personas que se dedican a la política, que aunque con un discurso e ideas marcadas, se preocupan por la juventud, tienen una actitud de escucha y abierta a la participación.

Los últimos en hablar, no sé si por coincidencia o por una reproducción de la realidad social en la que vivimos, fuimos los jóvenes. En nuestras aportaciones se pudo observar indignación, reflexión y crítica constructiva.

En general, creo que fue un buen comienzo para situarnos y sobre todo para evidenciar la separación que existe entre los tres colectivos. La clave en juventud para mí es el trabajo cooperativo, conjunto y sobre todo en el que todos los agentes estemos presentes, los profesionales y los políticos no avanzan sin la juventud.

El segundo día fue muy variado, por la mañana el protagonismo era para los jóvenes. Cada una presentó el proyecto en el que participa y este intercambio fue muy gratificante ya que pudimos ver otras formas de hacer las cosas, similitudes y diferencias, soluciones para las mismas dificultades. Se presentaron proyectos muy distintos de distintas zonas de España como Andalucía, Islas Baleares, Cataluña…

Nosotras presentamos la asociación Menys Graus y nuestro proyecto más relevante en estos momentos, Mislata ON.

Después, por separado, cada colectivo habló de las conclusiones del debate del día anterior y se pusieron en común. Esta vez la participación en el debate fue más equitativa, y los jóvenes que asistimos pudimos aportar más que en el debate anterior, siendo realmente un diálogo entre las partes. Aunque el lenguaje, la experiencia, las percepciones e intereses nos alejan, “poquet a poquet” hemos de ir acercando dichas diferencias para generar sinergias en materia de juventud.

Por la tarde, Domingo Comas nos hizo una revisión histórica sobre cómo las familias han ido educando a los jóvenes y como esto ha hecho mella en la situación de la juventud actual. Yo me quedo con su idea sobre que a los jóvenes actuales no se nos ha educado en la toma de decisiones y quizás el camino a seguir en esta etapa post-democrática es como dice Comas espabilarse y empezar a tomar decisiones.

El último día no pude estar en los talleres de formación “Procomún aplicado a las políticas de Juventud” a cargo de ColaBoraBora y “Comunicación para los tiempos que corren” a cargo de la Ong Diseño Social. Mis compañeras, sin embargo, finalizaron muy contentos las jornadas, con muchas ideas a raíz de estos cursos y sobre todo con motivación para seguir mejorando día a día.

Para finalizar, considero que este tipo de encuentros son muy interesantes pero sobre todo necesarios para que en este ritmo acelerado podamos hacer una parada, pensar, compartir y reflexionar. Creo que después de participar, nadie, ni joven, ni político, ni profesional se fue indiferente y ese es el primer paso para un cambio personal que ayude a transformar tu entorno y a la sociedad en general. Por este motivo, creo que es imprescindible que aumente el número de personas que acuden a este tipo de jornadas, sobre todo personas jóvenes y políticos ya que sólo con una actitud activa, de escucha y colaboración de todos los agentes podremos transformar aquellos aspectos necesarios en materia de juventud.