El verano es un periodo en el cual, debido al exceso de calor y humedad (sobre todo en nuestro caso, que vivimos en Valencia), nuestro cuerpo debe refrigerarse correctamente, por lo que sudamos mucho más (es nuestro mecanismo de refrigeración) y, como consecuencia, necesitamos consumir más agua. Los grupos de más riesgo son los ancianos, puesto que ya poseen una deshidratación crónica y su mecanismo de percepción de la sed no funciona correctamente, por lo que no sienten sed y no beben suficiente agua, agravándose en periodos estivales.
Pero, ¿si no somos ancianos no corremos riesgos? No exactamente. Si te gusta realizar deporte es importante saber que otro grupo de riesgo son los deportistas. La correcta hidratación durante cualquier época evita muchos problemas físicos como calambres y lesiones en los deportistas, con lo que se recomienda tomar medio litro de agua (o bebidas) previamente a la realización del ejercicio. Además, por cada hora de ejercicio también es ideal beber entre 500 y 750 ml. más.
Si, por el contrario, no nos hidratamos correctamente, podemos sufrir lo que conocemos como golpe de calor, cuyos síntomas son calambres, gran sudoración, mareos y, en los peores casos y si no se trata rápidamente, puede causarnos la muerte, puesto que la temperatura corporal puede elevarse por encima de los 40ºC.
Como recomendaciones, deberíamos llevar siempre con nosotros una botella de agua, refrescos o zumos y debemos realizar los paseos y el ejercicio físico en las horas de menos calor, es decir, muy temprano (sobre las 8 o las 9 de la mañana) o cuando esté atardeciendo (sobre las 8 o las 9 de la tarde).
Raúl de la Fuente
Raúl es Dietista-Nutricionista graduado por la Universidad de Valencia y colabora con Menys Graus para tratar temas relacionados con la alimentación y los hábitos saludables. Si quieres consultarle algo, puedes hacerlo en Twitter @rdlfg o enviando un correo a pregunta@menysgraus.org