Las Tertulias de Menys Graus: Whatsapp y relaciones personales.


whatsapp_relacionesEl pasado miércoles, las socias de Menys Graus celebramos nuestra segunda tertulia, esta vez sobre Whatsapp y las relaciones personales. A continuación, las conclusiones:

Todos las conocemos, las utilizamos o como mínimo, hemos oído hablar de ellas. Están ahí, en nuestro día a día. Las redes sociales son las principales protagonistas de parte de nuestro tiempo de ocio, porque pueden llegar a ser como ya sabemos muy útiles. Facilitan la comunicación, prometen instantaneidad en las respuestas ¿qué es eso de esperar a que otros tengan tiempo para respondernos? Ahora gracias al Whatsapp todo es inmediatez. Conversaciones a cualquier hora, en cualquier momento, bajo cualquier circunstancia. ‘En línea‘ se ha convertido en nuestra seña de identidad, aunque también en nuestro principal delator.

Whatsapp, igual que el resto de redes sociales, se creó con el fin de facilitar la comunicación entre sus usuarios. Hasta ahí todos de acuerdo, todo eran ventajas. El problema viene cuando eso de que facilita se pone en entredicho. Cabe señalar que vivimos en una constante paradoja, y por cada conversación mantenida por Whatsapp, muere, de forma directamente proporcional, una conversación entre amigos en una cafetería, en una cena de antiguos alumnos o un debate con un profesor en clase. La comunicación directa compartiendo espacio y tiempo va quedando en segundo plano, dando paso a esta nueva comunicación inmediata y virtual. Esto quiere decir que priorizamos, con un criterio bastante cuestionable, qué conversación urge mantener en ese momento y, por norma general, salen perdiendo las conversaciones cara a cara. Eso de mirar a los ojos a quien te está hablado ha pasado de moda, ahora se lleva la mirada baja y los dedos frenéticos. Con semejante panorama cabe esperar que nos preguntemos hasta qué punto facilita la comunicación, o más bien, qué tipo de comunicación es la que facilita y hasta qué punto nos conviene.

O quizás el foco de atención no deba recaer sobre el Whatsapp, sino sobre el uso que hacemos de él. Quizás sea un poco injusto atribuirle semejante carga a una aplicación, a la par que absurdo y haya que plantearse, qué estamos haciendo nosotros para evitar que la comunicación muera, donde está nuestro granito de arena, y qué soluciones podemos aportar, como responsables de toda esta alteración de normas y valores.

Al plantear el problema ante mis compañeros de Menys Graus, nuestro granito de arena fue apartar el móvil en todas las próximas reuniones para prestarnos atención mutuamente y volver a las clásicas costumbres y de momento con muy buen resultado, he de decir. Todos comprobamos lo bien que sienta olvidarnos, a veces, de que tenemos móvil y recordar que tenemos a alguien dispuesto a hablarnos y escucharnos.

Cora Vicente, socia de Menys Graus

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